A principios de este año recibimos en nuestra redacción un anónimo -muy bien documentado- que alertaba de un presunto pelotazo en toda regla en la operación de compraventa del inmueble de marras. Todo se había paralizado en Economía y Hacienda en riguroso cumplimiento de la Ley, pero nuestro informante ya nos avisaba: “Por lo visto lo van a sacar otra vez como si fuera nuevo para que no se note que está hecho para dárselo a estos propietarios”. Lo cierto es que con aquello, las indagaciones de rigor que hicimos y pendientes del “por lo visto...”, poca cosa noticiable había en un expediente propuesto por Presidencia, Justicia y Seguridad y truncado en Economía y Hacienda, por no cumplir con los requisitos mínimos para sortear el concurso público en una adquisición directa a título oneroso. Hasta que aquel “por lo visto...” de febrero se convirtió, por arte de magia, en un segundo anuncio en el BOC el 17 de septiembre pasado.