La ausencia más comentada de este sábado en el palco del Estadio de Gran Canaria fue la de José Manuel Soria, que el jueves había confirmado su asistencia al clásico futbolístico regional. Antes de hacerlo, claro, sus servicios de protocolo se aseguraron de que la estrella y guía iba a ocupar butaca en la primera fila de la zona de autoridades, pero hubo una incorporación de última hora que le hizo saltar a la segunda. Efectivamente, por motivos de protocolo, el vicepresidente del Gobierno va, en el orden de precedencias, detrás del delegado del Gobierno, que el mismo jueves confirmó que acudiría al estadio. Así que nuestro hombre, sencillamente, no apareció. Miren ustedes por dónde lo del viernes con Laura Martín se lo devolvió el sábado Salvador García Llanos. Y sin querer, que es lo bonito que tiene. El fútbol, decimos.