Ana Oramas ¿ministra con Podemos?

Ana Oramas estuvo escoltada en todo momento por José Miguel Barragán en su visita de este viernes al Congreso de los Diputados, no fuera a ser que la parlamentaria canaria fuera a dejar escapar nuevamente sus vaticinios de que no habrá investidura antes de mayo y por lo tanto elecciones anticipadas, y su amenaza de no apoyar a un Gobierno de Pedro Sánchez en el que estuviera Podemos. La Comisión Ejecutiva de CC, a celebrar este sábado, ratificará (o no) los acuerdos alcanzados con los negociadores del PSOE este viernes y es más que probable que se abstenga de incluir la coletilla “salvo que Pedro Sánchez incluya a Podemos en el Gobierno”, porque a día de hoy es el único formato que garantizaría una investidura del socialista. Nada respecto a ese veto se dejó traslucir en la rueda de prensa que Oramas y Barragán ofrecieron al alimón tras el encuentro de ambas delegaciones, lo que automáticamente conduce a pensar que ha habido un repliegue en toda regla, lo que en el argot político se conoce como apoteósica bajada de pantalones. Parecen de este modo diluirse los vaticinios de la diputada tinerfeña de que habrá elecciones anticipadas, a lo que tampoco se hizo la más mínima mención ni en la rueda de prensa ni en el comunicado remitido a los medios por Coalición Canaria. En los foros internos del partido se saludaba el acuerdo con euforia, y hasta se deslizaba el íntimo deseo de que el voto de CC pudiera traducirse en un puesto para Ana Oramas en el Consejo de Ministros. Cámbate. Sería fascinante que la reculada de la señora diputada se tradujera finalmente en que compartiera mesa y acuerdos con Pablo Iglesias y los ministros que éste pueda introducir finalmente tras las negociaciones multibanda con las formaciones de izquierdas que ahorita mismo empiezan a celebrarse tras la ceremonia de la confusión que Pedro y Pablo, Pablo y Pedro, han ejecutado estas últimas semanas para sonados cabreos en ambas aficiones. No vayamos adelantar acontecimientos, pero si CC ratifica este sábado sus acuerdos con el PSOE en Madrid, veremos a Ana Oramas votando favorablemente la formación de un Gobierno de izquierdas, lo que puede resultar muy divertido hemeroteca en mano. Y todo ello a cambio de una “agenda canaria” que tiene mucha guasa.

La disputada “agenda canaria”

Porque “la agenda canaria” que Coalición presume haber incluido en el programa de Gobierno de Pedro Sánchez no es otra cosa que la traslación lógica a la política nacional del acuerdo que los nacionalistas mantienen –aunque parezca increíble- con el mismo partido en las Islas Canarias. Lo dice claramente el comunicado de CC cuando se refiere a que “buena parte del documento presentado para negociar con el PSOE estaba basado en el anexo sobre asuntos estatales y europeos del pacto firmado en su día” por Fernando Clavijo y Pedro Sánchez para hacer vicepresidenta del Gobierno a Patricia Hernández y a una interventora del PP directora general de Relaciones con la Administración de Justicia de la Comunidad Autónoma. Eso sí, al famoso documento se han añadido el reconocimiento de la cancelación del IGTE y la aprobación de la parte económica del REF, lo que significa obviamente que CC da por perdida la gestión que en ambas materias pueda hacer el PP, pese a esas ceremoniales reuniones que el alcalde de Canarias mantiene recurrentemente con el ministro de Industria en funciones para darle un chute de oxígeno antes de que su luz se apague finalmente. Además, se incluyen otros brindis al sol, como el reconocimiento del hecho insular, la ultraperificidad y el blindaje del REF en una más que hipotética reforma de la Constitución que, como repiten machaconamente sus dirigentes, se opondrá en esta legislatura el Partido Popular. Una “agenda canaria”, vaya por dios, en la que ya se adelantó a Ana Oramas y a José Miguel Barragán el diputado de Nueva Canarias Pedro Quevedo, incrustado como saben en la candidatura del PSOE por Las Palmas. CC va a sufrir mucho esta legislatura –si se consolida, la muy escurridiza- ante la eclosión de Nueva Canarias, el desinfle del Partido Popular, el empuje de Podemos y Ciudadanos y su propia crisis interna. Ya se organizan foros muy prometedores sobre la nueva realidad política canaria en la que se da por descontado la pérdida de protagonismo del partido que ha gobernado aquí de forma ininterrumpida y en cualquiera de sus formas estos últimos veintipico años.