El revuelo fue colosal en Telde cuando, en noviembre pasado, estalló una nueva operación policial relacionada con la corrupción, la llamada operación Calero. Doce personas continúan a día de hoy imputadas en esa presunta trama de corrupción urbanística a la que le cuelgan los presuntos delitos de tráfico de influencias, prevaricación, falsedad documental y cohecho. Cuando todo parecía estar a punto de nieve y el escándalo amenazaba con hacer rememorar a todos la operación Faycán, un documento erróneo aportado por el Ayuntamiento hizo pensar que la operación había decaído por completo. Pero ha resultado todo lo contrario: las pesquisas de los investigadores han conducido a reafirmar las detenciones y las imputaciones y a proponer a la juez que instruye la causa, Belén Pérez Salido, titular de Instrucción 1 de Telde, la práctica de nuevas pruebas y de nuevas imputaciones.