Al mismo tiempo que en la Sala Sinfónica Rodríguez Zapatero proclamaba hace semana y pico que un euro invertido en banda ancha producía once veces más beneficios que la misma cantidad invertida en ladrillo, los periodistas peninsulares que siguen al presidente en esta campaña electoral padecían en la Sala Atlántico los rigores de la antítesis: el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria, que es además, y de manera casi preferente, palacio de congresos, emblema de la ciudad, no tiene línea de Internet sin cable, lo que en el argot se conoce como wi-fi. Así que cada uno, con su pastillita de Vodafone o Movistar, a valerse de los medios que proporcionaba el cliente, en este caso el PSOE, que tuvo que contratar líneas propias de RDSI para prestar servicios de radio e Internet. Porque en las tarifas de este dechado de modernidad que es el Alfredo Kraus se incluye cobrar al cliente entre 150 y 200 euros por conexión ADSL, dependiendo del número de ordenadores a enganchar. Viva la modernidad.