Pero la jerarquía decide nombrar a monseñor Francisco Cases, extremeño, obispo en Albacete, que tomará posesión el día 27, sin grandes fastos. Y de repente, como si se los hubiera tragado la tierra, dejamos de saber de las cuitas de aquellos cuatro curas revolucionarios (Fernando Báez, Francisco Bello, Vicente Santana y Juan Ramón Vera), que convocaron incluso una peregrinación a Teror para reivindicar obispo isleño. Los argumentos tenían una fuerte carga nacionalista, incluso independentista, todo ello muy respetable. Buscando por aquí, preguntando por allá, dimos ayer con una nota publicada en julio en la web del Obispado de Canarias. En ella, el cura Báez se descuelga del movimiento y asegura no estar detrás de ninguna excursión o peregrinación reivindicativa. Lo más curioso es que culpa al periodista de La Provincia que lo publicó de manipular el asunto. Menos mal que en ese periódico tuvieron la precaución de tomarles una foto en la fachada del diario. En ella se ve claramente a los cuatro curas con su monaguillo para estas grandes celebraciones, el funcionario municipal teldense Sanabria.