La Autoridad Portuaria será escenario los próximos meses de cruentas batallas políticas destinadas a fines distintos, según se vea la guerra de uno o del otro lado de la trinchera. Los socialistas, que se ven conminados a retirar a Mayoral a los confortables cuarteles del Cabildo, han hecho sus deberes y han dejado una Autoridad Portuaria con las mínimas garantías de que nada va a ser como en la etapa de Arnáiz. El PP, que es el que realmente quiere mandar en el organismo, necesita que se visualice su autoridad porque éste es el único territorio grancanario, majorero y conejero donde puede hacer valer su parte del pacto con ATI. Pero para justificar el asalto que Soria y los suyos pretenden dar al organismo necesitan descalificar la gestión de Emilio Mayoral, hasta el otro día descrita unánimemente como impecable, brillante y hasta ejemplar. Ahora no, ahora el PP ha desplegado sus misiles de largo alcance y trata de hablar de agujero negro en la gestión.