Bonito espectáculo el de Mallorca con el asunto de la casa de Pedro Jota Ramírez: dos manifestaciones, dos, en clave contradictoria. Medio Ambiente legalizó el uso público de la piscina para que sirva al interés didáctico, menos los meses de julio y agosto que los disfrutarán la familia Ramírez. De coña, lo de la ministra Narbona. Mientras, aquí al lado, en Hoya del Pozo -u Hoya Pozuelo, lo mismo da- a 90 metros del dominio público quieren demoler más de 20 viviendas sin piscina. Nadie le ha solicitado a la Dirección General de Costas que se disminuya el ancho de la servidumbre, ello en aplicación de las disposiciones transitorias de la Ley de Costas y toda vez que la servidumbre se puede aquilatar si no afecta a la integridad de lo público. Por cierto que se han presentado tres estudios ante Costas, uno desde el punto de vista geológico-minero, otro biológico, y otro más topográfico. Todos informan sobre la posibilidad de rectificar el deslinde.