No es que nos alegremos, no, porque ya se sabe que de las desgracias ajenas no es bueno hacer chanza. Pero cuando se trata de personas que se dedican a esto de la comunicación y se salen del carril de la normalidad, las cosas hay que contarlas tal y como ocurren. Y lo que ha ocurrido es que ya le ha caído al director de Radio Aventura, Carmelo Martín, la segunda condena por intromisión ilegítima en el honor, en este caso de un policía local de Telde con el que tuvo sus más y sus menos. El agente fue el encargado, en su día, de negar la participación de una carroza de la emisora en los carnavales de aquella ciudad, y lo pagó caro en las ondas, a través de las cuales Martín lo puso bonito. Un juez le ha condenado a 2.000 euros de multa, pero peor aún, le ha metido un tirón de orejas de los que hacen época.