La Confederación Canaria de Empresarios rebajó considerablemente el gasto con ocasión de su tradicional encuentro de navidad con la sociedad grancanaria, pero subió el tono. Se celebró este jueves en una sala del auditorio Alfredo Kraus, dejando atrás aquellos costosísimos fastos del hotel Santa Catalina, donde la patronal invitaba a almorzar, a veces con algún vino de alta graduación y más elevados efectos, y algún presente para la concurrencia. La reducción del gasto se correspondió, sin embargo, con una elevación del tono del discurso del presidente, Sebastián Grisaleña, que no tuvo el menor reparo en recriminar a los gobiernos de Canarias y de España por lo mal que anda la cosa. Si bien al principio de su discurso parecía atisbarse que ambos Ejecutivos recibirían por igual, lo cierto es que el de Zapatero se llevó la peor parte, especialmente por la ausencia de una reforma laboral a la que también se suma la patronal isleña.