Menos mal que el reclamente es cliente, y podía haberse convertido en habitual con una contestación menos farruca. Pero debe ser que la política de relaciones externas de Naviera Armas es la que es y en la vida privada de las empresas, mejor no meterse. Pero nos llama la atención la excusa que ha tenido el departamento de Servicios a Bordo de esa naviera para sacudirse de encima la reclamación de un pasajero que sufrió el pasado 27 de agosto la avería en el Volcán de Tamasite, en la travesía Morro Jable-La Luz. El cliente presentó una reclamación ante la Dirección General de Transportes del Gobierno de Canarias exigiendo que se le devolviera el importe de su pasaje y el de su coche por considerar que esa avería le perjudicó y contravenía la publicidad hecha por la compañía. Pero escribió mal el nombre del barco, y en lugar de Tamasite escribió Ansite. “No entendemos la reclamación que recientemente ha llegado a nuestras oficinas (...) Nuestra naviera no posee ningún buque con el nombre al que usted hace referencia”. Y a otra cosa, mariposa. Ya se ganaron un cliente fijo.