Semana interesante la que comienza en el ámbito del mundo empresarial grancanario. Y otra vez el asunto tiene como epicentro el consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, donde se prevé debatir dos asuntos de calado. De un lado, el recurso de Lopesan, que ya debe ir camino de la Sala de lo Contencioso Administrativo (como era de prever desde el primer momento de su presentación), y de otro, la pretensión de Luis Hernández de adjudicar a los consumidores canarios el agujero negro de Sestiba mediante la aplicación del artículo 33 (cerramiento de terrazas y balcones) y un nuevo canon que encarezca las importaciones. La opinión de todos los miembros del consejo de administración es esperada con interés, pero especialmente la de los representantes de los empresarios, algunos de los cuáles están más rodeados que El Álamo, máxime después de las secuelas y daños colaterales provocados en anteriores consejos a personas como Arnáiz y José Miguel Suárez Gil, por nombrar a dos.