Fue muy curioso cómo José Manuel Soria pretendió despacharse las salvedades de su partido para con Domingo González Arroyo, que no ha sido suspendido de militancia pese a estar imputado en causas penales. El presidente del PP dijo que el marqués no está detenido y ésa ha sido su salvación, al contrario que Toñi Torres, Celso Perdomo, Mónica Quintana y Francisco Gordillo. Luego se hizo un lío para remitir este tipo de disquisiciones al Comité de Derechos y Garantías de su partido, que, según dijo, es un órgano independiente que toma sus decisiones de manera libre. Sí, hombre, sí. Lo que no sabemos es cómo se pueden tomar decisiones sin reunirse, porque las suspensiones de Toñi y Celso se produjeron sin que siquiera se convocara tal órgano libre y soberano. Le estaremos esperando en el primer caso de corrupción de otros partidos para aplicar esta especie de Predictor tan elocuente: o se pasa por los calabozos o no hay corrupción. Menuda jeta.