Fue un día grande para Hernández Vulcan, también conocido en los ambientes políticos y de las grandes cadenas de distribución alimentaria como conde Lecquio, porque al menos recibió el calorcito de su jefe de ahora y el reconocimiento del partido ante el agravio que el Parlamento (con un par de votos del PP) le había inferido. Este sábado, en Fuerteventura, también fue un día grande para la libertad, porque Soria le dedicó unos cánticos y juegos florales acongojantes. Pero como lo que nos interesaba era el debate sobre la Televisión Canaria, más que nada para saber quién había apoyado a Soria y quién se había opuesto a tan pintoresca decisión, nos pusimos a preguntar. Y lo que nos hemos encontrado es todavía más triste: no hubo debate, nos cuentan testigos presenciales, sencillamente Soria lo largó y se dio por aprobado. Ni debate ni votación, como mandan los cánones. El gran Larry Álvarez, fino como siempre, llamó corriendo al director de la TVC, Paco Moreno, como para quedar bien y advertirle de la tormenta que se avecinaba. No está mal, salvo que alguien debió llamar antes a Soria para advertirle exactamente de lo mismo, pero con los chuzos en su cocorota.