Aquel viaje a Guadalupe es una muestra insuperable de cómo las gastan los miembros de este Gobierno cuando de representar a los canarios se trata. Álvaro Pérez prefirió pagar el viaje a dos secretarias de su departamento en lugar de a dos autoridades deportivas, como mandan los cánones de la COJI, la entidad internacional que organiza los Juegos de las Islas que, con sede en Córcega, agrupa a 21 archipiélagos. Con esas dos secretarias y con su señora esposa conoció las delicias de Guadalupe y, de paso, se dio un salto por los juegos. El Gobierno fletó un avión (400.000 euros) para acudir hasta allí y cobró 1.100 euros a los padres de deportistas que quisieron sumarse a la expedición. El día del regreso los competidores (todos menores de 16 años) fueron enviados a hacer noche al aeropuerto (el avión salía a las cinco de la mañana) para ahorrar una noche de hotel. Pero el director general y su séquito descansaron en el suyo hasta que llegó la hora del despegue.