La querella de Francisco Benítez Cambreleng, denunciante de la trama del Grupo Europa, e imputado en ella, es de las que un político no puede permitirse. Bueno sí, Soria sí se la puede permitir, para qué nos vamos a engañar. Contiene, la querella, elementos verdaderamente memorables que, de confirmarse, engrandecerían aún más la imagen de político serio, decente, diligente y honrado que ya tiene el vicepresidente del Gobierno de Canarias. El denunciante no tiene una grabación ilegalmente obtenida para demostrar documentalmente lo que asegura que Soria le dijo a lo largo de aquella conversación del 4 de mayo en la que el vicepresidente, entre otras maravillas, le informa de que “el tema del salmón se archivará en breve, así que necesito que me ayudes con estos”, o sea, los rojos. Porque “los de derechas nos tenemos que ayudar porque estamos en el mismo barco” (...) “Debes unirte a la causa y nos tendrás como amigos, y eso te interesa mucho”. O, enlazando con las afirmaciones del denunciante acerca de un soborno de 600.000 euros: “Si nos ayudas, nosotros te ayudaremos a ti en lo que necesites”. Y, para mejor proveer: “Aquí, o estás con nosotros o estás contra nosotros; no vale estar en medio”.