En este ambiente tan poco esperanzador (por mucho que el presidente hiciera un glorioso cántico a lo bien que le va a Canarias bajo su mandato), Adán Martín se enfrentó este martes a un debate muy esperado, no tanto por lo que él iba a decir y de hecho dijo, sino por lo que este miércoles dirán en la tribuna los otros dos gallos del corral, José Manuel Soria y Juan Carlos Alemán. Ambos están en la oposición y ambos han tenido que ver algo en esta legislatura con el Gobierno que rinde cuentas. Soria se desmarca de los dos años de conchabo, y Alemán advierte a los navegantes que con los socialistas no se puede contar para según qué cosas. Adán Martín llegó al Parlamento seis minutos antes de que comenzara el pleno. Lo hizo en compañía de Pilar Parejo, que siguió el discurso desde el despacho de Presidencia del Gobierno en la Cámara. Fue uno de los pocos altos cargos que se dejaron ver por Teobaldo Power. Un piso más arriba, en la tribuna de autoridades, Román Rodríguez siguió el discurso de su sucesor a partir del minuto nueve. Junto a él, el abogado y empresario José Juan González Batista ocupaba plaza de dignísima y honorable autoridad desconociendo el protocolo de la Cámara. Siempre le gustó a este hombre el centro geométrico.