El columnista Peytaví es un afortunado porque es de los pocos periodistas de El Día que no está vetado en la Televisión Canaria donde, aunque les parezca cosa exclusiva de aquel famoso Urdaci, todavía se veta a periodistas en función del medio o de la tendencia editorial que pudieran ejercer. Pero Peytaví puede, por ejemplo, cobrar por un reportaje sobre los incendios de agosto en Canarias utilizando para ello las imágenes grabadas por la casa. Bueno, más concretamente por unos trabajadores de los Servicios Informativos que en aquellas jornadas infernales se jugaron el tipo y hasta se quejaron públicamente de falta de medios ( “no nos funcionaban los teléfonos móviles, ni nos dieron equipos especiales para cubrir los incendios”, contaron en una nota de prensa). Son los mismos trabajadores que fueron a la huelga para que les arreglaran unos sueldos de miseria y les hicieran contratos indefinidos. ¿Será la de Ricardo Peytaví una de esas veinticinco empresas que proveen de contenidos al medio?