Llegó el primer round de la larga y se prevé que dura batalla judicial entre Paulino Rivero y su familia contra el propietario, editor y líder espiritual del periódico El Día. Será este lunes a las nueve y media de la mañana en el Palacio de Justicia de Santa Cruz de Tenerife, donde comparecerá don Pepito para defenderse de la demanda que le ha interpuesto la concejala Ángela Mena, esposa de Paulino Rivero, por la negativa del editor a publicar una rectificación. El insigne editorialista independentista, cada vez más metido en el fabuloso mundo del disparate, se ha mantenido en su tesis de que él no tenía por qué rectificar sus afirmaciones y comentarios acerca de una fantasmagórica empresa mexicana en la que habrían de estar participando la señora Mena, una amiga y una hermana de Paulino Rivero que jamás ha salido de Tenerife. Aún a sabiendas de que lo que iba a publicar era falso porque la víspera recibió un escrito de Ángela Mena advirtiéndoselo, don Pepito se tiró a la piscina; y después de haber recibido una rectificación en tiempo y forma, el hombre se negó a publicarla porque a él nadie le enmienda la plana. Ahora debe responder a una demanda por no haber dado curso a ese derecho que la ley otorga a los aludidos en los medios de comunicación. La vista es pública, por si alguien quiere ir a ver en qué jardín se mete el demandado, que es muy dado a liarse cantidad.