El frente radiofónico ha conseguido, como suele ser habitual, juntar a enemigos hasta ahora irreconciliables, así como un nuevo episodio de prestidigitación del Partido Popular, cuya portavoz parlamentaria, Australia Navarro, ha entrado a saco en la polémica pidiendo nada menos que el acta del consejo de gobierno en el que se aprobaron definitivamente las adjudicaciones. Una majadería muy propia del personaje si tenemos en cuenta que el acuerdo del que pretende de sacar petróleo se limita exclusivamente a bendecir un largo proceso una vez los funcionarios han verificado toda la reclamaciones y la comprobado la documentación exigible. Porque el acta que debería pedir a señora Navarro para que nos entretengamos todos es el de la reunión en la que su señorito montó en cólera al conocer que las bases del concurso no se las habían consultado. A ver si se atreve pedirlo.