Les suponemos conscientes de todo el caudal de información que ha generado la detención de Marcos R. y la posterior investigación en torno a su presunta participación en el intento de secuestro de una menor. Las cadenas nacionales de televisión y los medios de comunicación locales se han volcado de modo frenético para poder acercar a sus espectadores, oyentes y lectores hasta el más mínimo detalle sobre el asunto, las versiones más extravagantes, los testimonios más atrevidos, las conjeturas más alambicadas y el chicle más estirado del mundo. En numerosas ocasiones se ha dado por sentada la relación entre este detenido y los casos de los desaparecidos Sara Morales y Yeremi Vargas. Y no existe ni una sola información oficial que lo haya vinculado. Probablemente porque, a estas alturas, todavía no se ha encontrado una sola prueba que lo permita sostener de modo serio.