La metedura de Pepa Luzardo empieza a alcanzar proporciones colosales. Con una grabación realizada con un teléfono móvil en la que no se escuchaba la conversación que se desarrollaba en la mesa que ocupaba Sebastián Sansó ni la identidad de los demás comensales, montó una rueda de prensa para denunciar que el gerente de Guaguas Municipales estaba facilitando información privilegiada del concurso para la venta parcial de la sociedad a empresarios interesados en la operación. En su declaración de este lunes, la ex alcaldesa confesó que en el vídeo no se oía nada y que se limitó a contar lo que a ella le habían contado. Sansó demostró que se trataba de representantes de Iveco, y que en la comida se abordó la adquisición de nuevos vehículos para la empresa. Antes de querellarse, el gerente reclamó de Luzardo una rectificación pública que jamás se produjo. Sebastián Franquis, portavoz del grupo de gobierno, instó en septiembre a la portavoz popular que acudiera a los tribunales a denunciar al gerente de Guaguas o que, en su defecto, dimitiera. Ni una cosa ni la otra. Ahora la imputada es ella.