Paulino Rivero vuelve a hacer el ridículo cuando anuncia que todavía el Grupo Canario se está pensando si votará favorablemente a la investidura de Zapatero. Claro que puede votar en contra o abstenerse, pero cometería la primera deslealtad de la legislatura y no está CC para muchos bollos. Román Rodríguez, por contra, será el presidente de la Comisión de Administraciones Públicas, que va a dar mucho juego en esta legislatura como consecuencia de las reformas estatutarias y la propia personalidad del interfecto. Dicen que cuando el PSOE decidió dar a CC esa comisión, Rubalcaba y Caldera pronunciaron el nombre de Román Rodríguez para ocuparla: quieren que sea una persona experta y nada mejor que un ex presidente autonómico. Rodríguez, como se podrán imaginar, está muy contento con la designación, que incluye tratamiento similar al de portavoz de grupo. Y conociéndolo como lo conocemos, va a dar mucho juego político y mediático.