El genial artista Fernando Álamo, recien llegado de Nueva York, fue el encargado de abrir la décima edición del festival Womad con un oportuno manifiesto contra la guerra, la intolerancia, el muro de Palestina y la miopía de los gobernantes del mundo. El texto reclamaba un espacio para la cordura desde la cultura, que viene a ser lo que representa Womad desde siempre. Los Coquillos se encargaron de llenar el parque de Santa Catalina con las primeras notas de este festival que parecía gafado hace unos días pero que empieza a prometer continuidad y consolidación. Diez años, desde luego, no son moco de pavo y el personal respondió como se esperaba. Este viernes, más, que la cosa viene preñada de grandes sorpresas.