La cosa pública no es moco de pavo. El informe del anterior interventor general pone colorado al Gobierno CC-PP de 2003/2005 y sus acuerdos que fomentan la cultura burocrática tradicional mantienen ese alto nivel de precariedad laboral y el acceso al puesto fijo por cualquier vía menos la que marca la Constitución: el mérito y la capacidad que recoge el artículo 103.3; o el hecho alarmante de que la Comunidad no tenga herramientas para controlar su clima laboral interno. Lo vergonzoso es que el Gobierno de Canarias, por medio de su portavoz, se ha limitado a pronunciarse en términos decimonónicos a cuenta del pleito insular, esta vez porque en un dato aislado el informe detecte más personal en Santa Cruz de Tenerife en ocho consejerías que en tres de Las Palmas. Carolina Déniz se limitó a decir que al Gobierno le causa “perplejidad” que la gente se fije en dónde se trabaja y no en lo que se hace. Pues para que toda la opinión pública se entere de qué es “lo que se hace” en la CAC, lo que se hace mal y lo que se deja de hacer, hoy ofrecemos la auditoría completa en versión digitalizada. (Parte I y Parte II).