Las cuentas no salen en el CCN de Gran Canaria. El adscrito a Juan Domínguez, porque por medio parece tener rebeldes en varios pagos (Telde, Arucas, Moya, Gáldar) a cuenta de su enfrentamiento particular con Juan Martel, el eterno concejal teldense. Pero esa es otra historia. La que vale, en todo caso, es la aportación financiera a la desorganización política por la vía de los cargos públicos que tiene el partido. Lo que aportan al CCN sus concejales, consejeros, asesores y asimilados de lo público, vamos, que no todo se lo llevan a su casa cuando ejercen de lo que saben. Y las cuentas están desequilibradas doblemente: son, según cálculos nachólogos, unos once empleos públicos los que aporta Gran Canaria por solo cuatro los de Tenerife. Y todo va a una caja única que en el caso del partido en la isla redonda no ve ni un euro hace meses, por las deudas que debe hacer frente de campañas electorales anteriores. Lo cierto es que Gran Canaria envía un par de miles de euros cada mes a Tenerife y nada revierte de vuelta, más que sea para convocar un par de asaderos militantes, ni siquiera, dicen las cuentas, el 40% que figura fielmente reflejado en las cartas de pago. Y así, los números, no salen: a Juan Domínguez, que para eso ya es vicepresidente primero cabildicio y tiro porque me toca, le empiezan a salir los otros números para montar su propio partido...¡Bravo!