La verdad es que nos negamos a perder nuestra capacidad de asombro, es un atributo que si bien en algunos casos puede resultar infantil, mantiene a muchas personas en forma y con la mente despejada para cualquier tipo de estímulo exterior. Como los que nos proporciona cada vez que se empeña en ser noticia el honorable presidente de la Cámara de Comercio de Las Palmas, José Miguel Suárez Gil, al que hemos descubierto estos días tratando asuntos de estado de trascendencia mundial, como el protocolo de Kioto. Es una faceta, la de defensor de los valores ambientales, que no habíamos descubierto jamás en él y que nos sorprende enormemente. Trataremos de bucear en nuestros archivos a ver si no se trata de un espejismo y realmente estamos ante un nuevo Félix Rodríguez de la Fuente y no nos habíamos dado cuenta. Se lo contaremos pronto.