A diferencia de lo hecho por la Sala de lo Civil y Penal del TSJC en el sublime momento de exonerar a los Manolos (Soria y Fernández) de los delitos por los que se les investigaba en el marco de la operación Salmón, en Valencia sí ha habido un voto particular por el caso Gürtel. Lo ha emitido uno de los tres magistrados que formaron esa Sala, Juan Montero Aroca, que ha dicho algo tan sencillo como lo siguiente: “En el trámite en que se encuentra el proceso la decisión que decrete el sobreseimiento debería responder a la seguridad (en sentido jurídico) de que los hechos no son constitutivos de delito, mientras que la decisión sobre la continuación del proceso se basaría, simplemente, en que los hechos pudieran ser constitutivos de delito; en un caso no son y en el otro pudieran ser”. Sus compañeros necesitaron 66 folios para archivar las cosas de Camps y los suyos y proclamar su inocencia urbi et orbi, pero de lo que se trataba era de si los imputados debían acudir a un juicio con jurado al existir indicios suficientes de que habían cometido un presunto delito de cohecho. Y es ahí, en el jurado, donde está el padre de la baifa.