Lo recogido en esta parte del sumario de Brisan, que instruye el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Las Palmas de Gran Canaria, es bastante cutre, como cutre suelen ser muchas de las tramas de presunta corrupción de cuantas se han detectado en municipios gobernados por el PP en Gran Canaria. Lejos queda el glamour friki de Marbella, o el más elegante mangoneo de Guateque, en Madrid. La grabación del Bentayga refleja la dimensión del cutrerío: el dueño de una emisora diciéndole previamente a uno de sus locutores que apretara a Lucas Bravo de Laguna “y sácale todo lo que puedas”; el tal locutor, grabando la conversación y queriendo quedar como un “periodista” íntegro. Y el político, tratando de comprar el favor del locutor por 200 euros al mes. Dinero del Ayuntamiento de Santa Brígida, por supuesto, por lo que al menos estamos ante un regidor municipal que mira la pela.