En algunos sectores de la empresa turística hablan bien de Rita Martín, la consejera de la cosa, más que nada porque es bella persona y porque, según estas tesis, todo lo que hace mal es porque se la obligan. Dicen en estos cenáculos que Rita está en medio de un bocadillo, el que forman, por la tapa de arriba, José Manuel Soria, y por la tapa de abajo, la gerente de Promotur, la lanzaroteña Yolanda Perdomo, amplia conocedora del sector turístico gracias a su familia, que tiene hoteles pegaditos al mar. Demasiado pegaditos, a juicio de Costas. Por arriba, Soria se ha dedicado a cursar órdenes obscenas a la consejera, como colocar en Promotur a un tal Klaus, un orondo amigo del gimnasio de Santa Catalina que ha podido abandonar el paro gracias a las gestiones del presidente de su partido, que es así. Por no hablar de la viceconsejera, que va sumando puntos de nada que la consejera de despista un pizco.