Después de recibir las grabaciones en audio y en vídeo, el TSJC puede volver a dirigirse al Parlamento por sexta vez para, en esta ocasión, solicitar copia auténtica del burofax enviado a Soria para convocarle como presidente del Cabildo a la comisión de investigación. En ese burofax, la autoridad judicial podrá comprobar dos extremos suculentos: que Soria no estaba allí en calidad de diputado, por lo tanto de aforado, y que se le advirtió en el burofax de lo que se dice en el artículo 502 del Código Penal. A continuación, y para seguir estirando el chicle, se nos ocurre que la Sala pida a la Autoridad Portuaria copia auténtica del acta del consejo de administración de la Autoridad Portuaria en donde se recoge que Soria sí estuvo allí el día que se abordó un asunto relativo a su casero, Javier Esquível. Si los cálculos no nos fallan, a la recepción de ese documento ya estaremos en agosto, mes inhábil a todos los efectos. Así que, hasta septiembre probablemente no sepamos si el alto tribunal canario investigará o no a Soria. Un poco más y llegamos a marzo, no desesperen.