Temimos al principio un rejo insularista en el Consejo General de Empleo, integrado por Gobierno, patronales y sindicatos, en la cuasi recién estrenada etapa de Marisa Zamora como consejera de la cosa. No era para menos, durante la última reunión se dejaron sobre la mesa bastantes cursos y convenios referidos a Gran Canaria (formación para el sector de hostelería, para los trabajadores de la Clínica San Roqué, fitetú, y para empresas de seguridad privada), mientras que se aprobaba el pendiente acuerdo de colaboración con la Universidad de La Laguna. Aunque el centro académico tinerfeño se limita a cursos bastantes similares a los ofertados por las academias privadas, bien es cierto que la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria ya contaba con su convenio, eso sí, más centrado en asuntos propios como cursos de postgrado y demás. Pero no hubo para tanto, o al menos para lo que muchos se temieron.