No es la rueda de prensa, tal y como está concebida en el mundo occidental, el fuerte de los miembros del grupo de gobierno en el Ayuntamiento de Telde. Sin necesidad de estrujarse mucho el cerebro, es fácil recordar al menos dos de esas convocatorias que vienen muy bien ahora para el contraste. La primera rueda de prensa memorable la ofreció la todavía presidenta del PP de Telde, Mari Carmen Castellano, que se plantó delante de los periodistas con ese arte que ella tiene y que no se puede aguantar para defender la integridad y la inocencia del grupo de gobierno. Por entonces sólo había sido detenida su compañera del alma Toñi Torres, el interventor, el asesor Gordillo y unos cuantos empresarios. Luego fue Paco Valido el que se atrevió a prometer que dimitiría si era imputado, pero no tuvo los arrestos suficientes para contestar a los constantes requerimientos de los periodistas para que desmintiera las informaciones que daban por hecha su inminente imputación. No sabía lo que el juez tenía de él y no se atrevió a un órdago tan arriesgado.