Ha pasado un mes y ya conocemos del alcalde Cardona una faceta fascinante: no le tiene miedo a las distancias cortas, a bajarse al terrero y hablarle a la gente de tú a tú. Lo hizo este lunes en el Club La Provincia, micrófono de corbata en ristre, para que su deseo de estar cerca de la gente sea algo más que una pose. Allí, en La Provincia, no rehuyó ninguna pregunta, incluidas las referidas al caso Canódromo, del que espera una resolución judicial firme. Como otros muchos, por supuesto. Pero, hablando de micrófonos de corbata. El pasado viernes, en un encuentro que celebró en el Museo de Néstor con los jefes de servicio del Ayuntamiento, el alcalde volvió a demostrar sus capacidades para sintonizar con la gente, por emplear el lenguaje adecuado y por decir lo que él cree que su audiencia quiere oír. Por eso, para ponerles el mejor ejemplo de austeridad y exigirla predicando con el ejemplo, dijo que no había aceptado que se comprara un micrófono de corbata para ese acto porque costaba 300 euros, y eso no se lo puede permitir el Ayuntamiento. Eso sí, a la puerta del museo le esperaba el coche oficial, un Audi, seguramente para trasladarlo a algún sitio algo lejano, porque su despacho dista del Museo de Néstor unos 500 metros.