Se eterniza por momentos la situación de descabezamiento que presenta el Partido Socialista Canario, en vísperas de un relevo inminente en favor de Juan Fernando López Aguilar. Se cumplen, es cierto, las decisiones que otorgan al ex ministro el máximo de protagonismo y la portavocía para los grandes asuntos de las Islas, pero se producen incomprensibles vacíos en momentos que pueden ser cruciales para el PSC-PSOE. Por ejemplo, puede considerarse crucial que haya un socialista canario en la cumbre de secretarios generales celebrada este fin de semana en Toledo bajo la presidencia de Rodríguez Zapatero. Pero entre que Juan Carlos Alemán se bate en retirada (para tres días que me quedan en el convento, me pongo a hablar por teléfono dentro) y que López Aguilar aún no es secretario general, nadie estuvo allí en nombre de Canarias. Y eso que es una de las regiones en las que el PP reconoce que perderá diputados en marzo.