A Pablo Barbero no hace falta que lo presentemos. Es hombre sobradamente conocido por su profesionalidad, por su lealtad, por su alta capacidad para la amistad y por su contrastada elegancia para todo. Ha estado 18 años trabajando en el hotel Santa Catalina, lo que le ha valido para ver pasar por los mandos de la ciudad a media docena de alcaldes (el hotel es propiedad municipal), a varias empresas gestionando el establecimiento, y miles y miles de clientes que han hecho grande a ese hotel que ahora regenta Juan Padrón. Pero Pablo ha decidido cambiar de aires y ha aceptado un puesto de relevancia en la empresa que se ha hecho cargo del hotel Meliá Cristina, en Las Canteras. Será el property asset management, una figura nada frecuente, que viene a ser el enlace entre la propiedad y la cadena Meliá, que seguirá gestionando el Cristina los próximos diez años. Barbero, que anda muy ilusionado, participará en el relanzamiento del establecimiento, que pretende ser pronto Gran Cristina, un punto neurálgico en Las Palmas de Gran Canaria en todos los sentidos. Le deseamos lo mejor.