Riofisa se las prometía muy felices cuando he aquí que Mauricio decide intervenir personalmente en la operación, no para mejorarla, sino para dar entrada a un nuevo invitado al baile, su nunca bien ponderado amigo Eustasio López, Lopesan. Antes, cómo no, envió a Riofisa un cariñoso mensaje de apretura de tuercas que o no fue convenientemente entendido o no fue convenientemente atendido, que no lo tenemos muy claro, la verdad. El caso es que en un reciente consejo de administración del Puerto, Mauricio consiguió dejar apalancada la ampliación de la concesión a 60 años. La segunda parte de la pirula es todavía mejor: Riofisa presenta una oferta para hacerse con el 5% de su centro comercial y Lopesan-Satocan les gana el concurso al presentar una oferta de 60.000 euros más. No estamos diciendo que jugaran con las plicas marcadas, pero ya se sabe lo de la leche y el tetra-brick.