Willy García sí tiene quien le defienda. Y nada menos que el presidente del Gobierno, Paulino Rivero, que hace oídos sordos a quienes le avisan de la catástrofe que se le viene encima, y no sólo por la estrepitosa caída de la audiencia. El presidente ha pedido a su nuevo socio, José Miguel Pérez, que intente replantearse el veto socialista a que el actual director general de la Radiotelevisión Canaria renueve en el cargo. El pacto de gobierno contempla que el nombramiento para ese puesto lo haga el Parlamento, una vez aprobada la ley del sector audiovisual, y el pacto ha de consensuar previamente el nombre del elegido o elegida. Los continuos desplantes hacia el PSOE, tanto en la etapa de López Aguilar como en la más reciente de José Miguel Pérez; los incidentes en el consejo de administración, que desembocaron en la marcha de los dos representantes socialistas; el sesgo de los informativos de la radio y de la televisión, y la profunda brecha abierta entre el ente público y la industria audiovisual canaria llevaron siempre a los socialistas a descalificar la labor de Willy García. “No da el perfil”, declaró no hace mucho el nuevo consejero de Presidencia, Francisco Hernández Spínola. Pero Paulino pide que le den una segunda oportunidad. Si ha habido respuesta a esa petición, nosotros la desconocemos de momento.