Aunque algunas fuentes sitúan a Pedro Agustín del Castillo en el desayuno del Ritz, otras aseguran que la presencia en Madrid del empresario, la cabeza más visible del Condado de la Vega Grande, respondió al cierre de las negociaciones con Canaragua-Aguas de Barcelona de la venta de Eléctrica de Maspalomas, Elmasa, la titular del servicio integral del agua y el mantenimiento de jardines y otros servicios en el sur de Gran Canaria, particularmente en San Bartolomé de Tirajana. Se trata de una operación de alto calado que convierte a Canaragua en líder en el sector del agua en las Islas, aún a la espera de lo que suceda con el largo contencioso de Emalsa, la compañía responsable del suministro, depuración y potabilización de Las Palmas de Gran Canaria. Tras la entrada de la francesa Suez en el capital de Agbar, no han parado de producirse operaciones de este calado, que en el caso de Elmasa se ha pactado en dos fases, con un precio total que a la familia Del Castillo ha puesto los ojos con chiribitas.