Se felicitaba estos días con voladores y confeti el Gobierno de Canarias por haber conseguido incrementar notablemente la implicación de los ciudadanos de las Islas en los procesos de reciclado de residuos. Un diez para el personal, que no termina de creerse que lo que con tanto esmero separa y tira a los contenedores acabe efectivamente reciclándose. Pero, en fin. Lo que parece claro es que los puntos limpios no son el destino de todos los cacharros que nos sobran, y como nos ha hecho ver la plataforma tinerfeña contra la incineración, todavía hay barrancos que soportan la caída de todo tipo de enseres, desde colchones hasta neveras, pasando por las consabidas mesas de planchado. Sin embargo, la foto del día es para las costas de Arafo-Güimar, donde ha aparecido una nevera en el lugar en que hace 600 años se apareció la patrona de Canarias, la Virgen de la Candelaria.