La prensa, patas arriba. Lo que está ocurriendo en el Reino Unido con los periódicos del magnate Rupert Murdoch es de una gravedad extraordinaria, porque resulta gravísimo que durante años diarios como el Sun o el semanario News of The World tuvieran atemorizados a políticos y a diversos perdonajes públicos, incluida la familia real, gracias a información privada obtenida de modo criminal. Las consecuencias pueden ser catastróficas para el magnate, de cuyo consejo asesor forma parte nuestro admirado José María Aznar. Por primera vez en la historia, el Parlamento británico se reunirá para frenar la operación de adquisición de la cadena televisiva BskyB que pretendía Murdoch. Todo por las ansias de vender un ejemplar más, por no apreciar merma alguna en la cuenta de resultados. Como hacen algunos periódicos españoles (y alguno canario), jugando en el filo de la navaja de lo éticamente reprobable y lo legalmente penado. El Mundo, sin ir más lejos, editorializó de la manera más hipócrita posible este martes tras conocerse la noticia de que la atleta Marta Domínguez había quedado exonerada de las sospechas delictivas que le fueron atribuidas dentro de la operación Galgo, de persecución de una red de dopaje en el deporte español. El infame periódico de Pedro J. Ramírez, que se inventa las noticias como quien pasa una página de ese diario, acusaba al Gobierno socialista de estar detrás de aquella operación para descalificar a la atleta. Desgraciadamente para este mal periodismo, la hemeroteca lo delató hace siete meses, concretamente el 10 de diciembre pasado, cuando, a raíz de la detención de la deportista, tituló en portada, a tres columnas y bajo una foto de la detenida, con una equívoca acusación, pero acusación al fin y al cabo: “¿De reina del estadio a camello del dopaje?” Sensacionalismo como el de NoW.