Aunque el Gobierno de Canarias habla en sus comunicados de prensa de nueve meses, ha de saber que el plazo máximo para expedir la tarjeta es de seis meses, tiempo durante el cual no se le podrá facturar asistencia sanitaria alguna ni darle el coñazo con nuevas cartas (mándenoslas si las recibe). Una vez obtenida la tarjeta sanitaria de las personas sin recursos económicos suficientes, el plazo de validez es de un año. Transcurrido ese periodo, el Servicio Canario de Salud está obligado a renovar la tarjeta, previa la revisión del mantenimiento de los requisitos que dieron origen a su obtención, también de oficio. Los titulares de estas tarjetas tendrán derecho a acceder a todas prestaciones de atención sanitaria que constituyen el catálogo de prestaciones del Sistema Nacional de la Salud y, en su caso, las que, con carácter complementario apruebe la Comunidad Autónoma de Canarias. Es decir, tienen las mismas prestaciones que tenían con la Tarjeta Sanitaria “normal”, por cuya devolución clama Mercedes Roldós como si le estuvieran robando las joyas de la abuela.