Mientras Coalición Canaria arregla sus problemas internos, el PP hace lo propio con los suyos, que de momento no hay que encontrarlos en Canarias, a pesar de que dentro del partido se levantan voces que piden ya la renovación, cuando no la catarsis. El problema del PP es Madrid, que ha ordenado a Soria que afloje un punto, que se deje ir, que no firme todavía. Lo que no sabemos muy bien es si ese andante ma non troppo tiene que ver con las naturales desconfianzas que sigue despertando el líder isleño o si todo se concentra en lo que ocurra los próximos días en Navarra. La designación de una socialista para presidenta del Parlamento foral con el apoyo del PP (UPN) no ha hecho más que disparar las especulaciones acerca de un intercambio de poder: el PSOE se abstendrá para que Miguel Sanz vuelva a ser presidente navarro, y el PP canario hará lo propio en favor de López Aguilar. Ya, ya, suena marciano, pero es política.