Jaime Cortezo ha ordenado a su Losantos particular que corte cualquier posibilidad en grado de tentativa que tenga que ver con que del urbanismo en los puntos clave de Gran Canaria se ocupen personas que les tengan cogida la matrícula a él y a los suyos. Acogotan con veladas amenazas permanentemente al concejal del ramo en Telde, José Antonio Perera, inventando nombres de personas que ellos temen que pudieran llegar a influir sobre el político socialista, del mismo modo que tratan de marcarle el territorio al que posiblemente se convierta pronto en el responsable técnico del consorcio para la rehabilitación urbana del sur de la isla, José Fernández, ex director general de Costas, que conoce al dedillo lo ocurrido en Hoya Pozuelo, el escándalo urbanístico por el que Jaime Cortezo ha sido imputado por estafa en el Juzgado de Instrucción número 5 de Las Palmas de Gran Canaria. Les da igual soltar nombres que nada tienen que ver con el asunto, pero los pronuncian para que los responsables políticos se tienten las ropas y no los toquen así se les venga el cielo encima.