Los promotores del homenaje a Mari Sánchez, celebrado en marzo en el auditorio Alfredo Kraus, están que se suben por las paredes. Forman parte de un colectivo cultural, Salitre, que se esforzó al máximo por que la cantante isletera tuviera el homenaje que se merece en su tierra. La Televisión Canaria se volcó, sin duda, e hizo una producción de lujo. Pero los cerebros que programaron la emisión del programa echaron por tierra el trabajo de los organizadores y el esfuerzo mismo de sus compañeros de cadena. Desde Salitre ya andan pensando en pedir al director general del ente, Daniel Cerdán, que reconsidere la postura de la televisión y emita el especial con un poquito más de respeto. Que es muy bonito (el programa y el respetito).