Había pasado ya un año y todavía resonaban en Lanzarote y en toda Canarias los ecos de la operación Unión cuando este lunes estalló la pieza separada que la Guardia Civil ha bautizado con el nombre de operación Jable. Estando como está bajo secreto, lo primero que ha ocurrido es que se han disparado todo tipo de especulaciones, y la primera tiene relación directa con el nombre escogido, jable, que, por definición académica, es arena volcánica, muy propia de la isla de referencia. Pero la localización de los imputados alrededor de asuntos relacionados con el vertedero insular de Zonzamas ha abierto otra vertiente especulativa, la de que pudiera haber algún tipo de irregularidad en la contratación de servicios de esa dotación dependiente del Cabildo conejero. En cualquier caso, la Guardia Civil ha hecho una afirmación que llama la atención: “Se ha desmantelado la trama organizada más importante de Lanzarote dedicada al cobro de comisiones ilegales a empresarios, así como al enriquecimiento económico de cargos públicos que compartían intereses en sociedades beneficiadas en dichas actividades”, lo que automáticamente lleva a pensar que los de Unión son segunda división.