Si Spínola se mantiene en sus trece y el alcalde de Guía de Isora, Pedro Martín, hace efectiva su renuncia a su acta de parlamentario regional, el movimiento que se puede producir en la lista del PSOE al Parlamento por Tenerife en 2011 puede ser muy simpático. La siguiente es Gloria Gutiérrez, actual directora general de Trabajo, que teóricamente debería renunciar a uno de los dos cargos, aunque en aplicación de la doctrina Spínola, estaría liberada de hacerlo. Si por un casual no quisiera ser diputada, correría la lista hasta el traumatólogo Guillermo de la Barreda, responsable de Sanidad del PSOE en Tenerife, que debería intentar compatibilizar su tarea como parlamentario con la de médico jubilado forzoso en el Hospital Universitario de Canarias y en conflicto con la política sanitaria autonómica. Si no fuera así, la siguiente es Fidela Velázquez, ex alcaldesa y actual concejala en San Juan de la Rambla, que tampoco podría simultanear ambos puestos. Es más que probable que doña Fidela elija el Parlamento, que 3.000 euros de sueldo al mes no es salario frecuente, y menos en un ayuntamiento que la acaba de descabalgar de la alcaldía en un feo político que no se merecía la señora. Pero si, en un rapto de municipalismo Fidela Velázquez optara por quedarse en su pueblo, la decisión de elegir recaería en Manuel Afonso Correa, alcalde de Icod, que es más que probable que se quedara en la alcaldía. Con lo que llegamos al lugar octavo en la lista, ocupado por Estefanía Castro, ex dirigente de Juventudes Socialistas y primera directora de la Juventud de este Gobierno, defenestrada muy pronto por su jefe, Paco Spínola, con quien cerramos, de forma circular, estos atolondrados cálculos de incompatibilidades.