El automovilismo aficionado siempre ha tenido gran tradición en Canarias, donde aún se siguen celebrando algunos rallies de prestigio. Este sábado tuvo lugar en Gran Canaria el Rally de Santa Brígida, un clásico, y además de lo que arrojaron los tramos cronometrados, que es donde está permitido ir full chola, hubo dos pilotos que se echaron a perder y dejaron en mal lugar a sus compañeros. Se trata de los que conducían los coches números 33 y 36, Ruymán García y Jonathan Suárez, que en plena carretera del centro, abierta al tráfico normal, se chiflaron por completo. A la altura de Monteverde hicieron adelantamientos indebidos y, a la vista de que no podían hacer más, pasaron al plan B, consistente en hacer el bestia hasta que llegaron a San Mateo. No tuvieron la mala suerte de que los trincara una pareja de la Guardia Civil, pero sus coches, un Toyota Yaris y un Citröen C2, quedaron bien grabados en las retinas de los asombrados automovilistas.