La fiebre negociadora, los primeros incumplimientos y las expectativas frustradas han producido un efecto de eclipse en algún municipio donde no se sabe qué va a pasar el sábado por la mañana. Por ejemplo, en el Puerto de la Cruz (Tenerife), donde los resultados (con cinco partidos representados en la corporación) han dejado la cosa de la gobernabilidad en la incertidumbre. Aunque eso sí, faltaría más, el candidato de Coalición Canaria y alcalde en funciones, Marcos Brito, ha dicho que si hay que gobernar en minoría, allí está él para hacerlo, que para eso es incombustible y un sacrificado servidor de la colectividad. La cosa se ha complicado durante el proceso de negociaciones pues los cuatro ediles del Partido Popular han puesto el listón muy alto y quieren, entre otras cosas, la primera tenencia de alcaldía. Como Brito les ha dicho nones, que esa se la tiene reservada a Sandra Rodríguez, Sebastián Ledesma (PP) le ha recordado que con tres concejales en 2003 le cedió ese rango a la televisiva Eva Navarro. Y ahora él no iba a ser menos con unos cuantos votos y un concejal más. Total, que las reuniones han terminado sin acuerdo y con cada vez peores impresiones.