Lo que sí parece preocupar especialmente al nuevo presidente del PIL y vicepresidente del Cabildo de Lanzarote es la legalización de los hoteles declarados ilegales por la Justicia en esa isla. Desprecia por completo la postura de los que hasta diciembre pasado fueron sus socios de gobierno, los socialistas, que pretendieron plantear un plan de revisión establecimiento por establecimiento para salvar sólo aquellos que, en todo o en parte, pudieran ser salvados de la demolición. Se le notó a Martín especialmente molesto con lo dicho en el mismo programa por la ex presidenta del Cabildo, Manuela Armas, que disparó directamente al corazón de la corrupción lanzaroteña cuando equiparó los convulsos sucesos que vive la isla con las conspiraciones empresariales y mediáticas destinadas a desalojar al PSOE de las instituciones para que en ellas se acomodara nuevamente el trapisondismo. Los hechos están empezando a dar la razón a Armas de manera despiadada: las detenciones de tres cargos del PIL repuestos tras las mociones de censura en el Cabildo y en el Ayuntamiento de Arrecife así lo avalan.